El alumbrado público residencial se refiere principalmente a calles y aceras para peatones y vehículos no motorizados. El objetivo de la iluminación en dichas vías es principalmente proporcionar a los peatones condiciones de iluminación seguras y cómodas. Esto difiere de las consideraciones principales para la seguridad del tráfico en carreteras exclusivas para vehículos motorizados y iluminación de carreteras.

La La iluminación debe permitir a los peatones caminar con seguridad, reconocer los rostros de los demás, posicionarse con precisión y prevenir actividades delictivas. Para una gestión más sencilla se puede considerar la aplicación de farolas inteligentes. Aunque el coste de las farolas puede aumentar, el uso del control inteligente del alumbrado público permite controlar remotamente el sistema de iluminación, logrando una iluminación verde. Además, teniendo en cuenta que las luces están más cerca de los edificios residenciales, se debe prestar especial atención a los problemas de contaminación lumínica. Los espectros de luz con retroiluminación mínima o nula son la opción óptima, ya que garantizan una iluminación adecuada de la carretera y evitan perturbar el sueño de los residentes.

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